Reseñas

“Mujerpájaro”: cuando el teatro le da alas a nuestra imaginación

“Mujerpájaro”: cuando el teatro le da alas a nuestra imaginación

mayo 15th, 2016

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LA ESCENA ESTÁ SERVIDA, La Plata.
Por Gustavo Rádice.

Sobre “Mujerpájaro“.

“Hace falta que cada imagen rete a la realidad del mundo, hace falta que en la imagen alguna cosa desaparezca, pero no hace falta ceder a la tentación del vaciamiento, de la entropía definitiva, hace falta que la desaparición siga viva: ahí está el secreto del arte y de la seducción.”

Fragmento de “El Duelo”, de Jean Baudrillard

La impactante imagen del comienzo de “Mujerpájaro” sintetiza un trabajo cargado de poesía. Cada estrofa de “Mujerpájaro” lleva al espectador a un mundo onírico en donde los objetos narran la biografía de un cuerpo herido por los recuerdos.

En el cruce con el clown, la plástica y la expresión corporal, “Mujerpájaro” se presenta ante los ojos del espectador como un mundo visual en donde, por momentos, nuestra mente es transportada a la Francia de finales del siglo XIX o, quizás, a la Inglaterra victoriana. Es increíble lo que pueden contar los objetos. En algún momento se cuelan recuerdos que nunca tuvimos, nostalgias inexistentes. Como un soplo aparece en la mente la imagen de aquel famoso y controvertido cuadro de Eduardo SivoriEl despertar de la sirvienta”, pero no sé por qué; como también es difícil explicar por qué la mente viaja a un posible Moulin Rouge de principios del siglo XX. O quizás sea un viejo desván de alguna casona señorial del antiguo Buenos Aires narrado por Mujica Lainez, en donde la mujerpájaro se encuentra encerrada con sus recuerdos.

Durante el tiempo que trascurre “Mujerpájaro” vuela un perfume a “Amelie” de Jean-Pierre Jeunet ¿Será por el uso de un balbuceo de un lenguaje imposible con sonoridad francesa? Una mixtura de tiempos y narrativas se entrelazan para contar la historia de esta petite femme que constantemente es arrastrada por los objetos ¿la memoria es pasado o es presente? Como piezas de un imposible rompecabezas, cada fragmento de “Mujerpájaro” devuelve múltiples formas de ser armado. No hay una sola, existen tantas posibilidades como nuestra mente quiera armar. Pienso: ¿“Mujerpájaro” será esa búsqueda nostálgica por anular los efectos de la desrrealización producida por los mass media? ¿Es quizás el ingenuo retorno a la poesía? ¿Es quizás la respuesta expresiva y sentimental a un exceso de realidad?

Entre el reciclaje y la remake “Mujerpájaro” construye su sentido al apelar al mundo imaginario de cada espectador: ¿qué estamos dispuestos a poner de nosotros cuando espectamos una obra de teatro?

La dupla, formada por María Eugenia Molinuevo y Santiago Culacciati, apelan a la ingenuidad del espectador para construir un laberinto de imágenes que descarnan el mundo onírico. “Mujerpájaro” recupera el secreto robado a los objetos, los libera de la existencia de la mera apariencia visible y los devuelve al mundo de la imaginación. En la búsqueda por recuperar el sentido de lo bello, en “Mujerpájaro” habitan objetos que se impregnan de dicho sentido: la cajita musical, la escalera de sillas, el vestuario y hasta el mismo cuerpo de María Eugenia Molinuevo desplazándose por el espacio. Todo está cargado de belleza que impacta.

Como un cuadro barroco, el cuerpo de la actriz se posa, se mueve, se traslada, se aquieta, se multiplica y se deja arrastrar por cada objeto, ¿es ella la que narra su historia o ella es narrada por los objetos? Parafraseando a Jean Baudrillard: “[El teatro] es justamente una abstracción del mundo en [tres] dimensiones, [es] aquello que hurta una dimensión al mundo real y por lo mismo inaugura el poder de la ilusión”. “Mujerpájaro” nos consuela de la perdida de los sueños al transportarnos a un mundo donde la magia y la inocencia nos devuelven la ingenuidad perdida.

ENLACE: laescenaestaservida.com.ar/MujerpájaroCuandoElTeatroLeDaAlasANuestraImaginación

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