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“El desafío es el de siempre, poner una zanahoria delante del espectador y llevarlo de las narices”
junio 24th, 2019
Quien lo afirma es el destacado dramaturgo Daniel Dalmaroni, en referencia a “Un instante sin Dios”, una novedad en su palmarés, ya que deja por un momento el humor negro y se sumerge en el thriller. Este viernes 28 de junio se presenta en el Teatro Estudio de La Plata.Escrito por ANDigital
LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El thriller teatral del año. Así, con la vara bien alta, el destacado dramaturgo Daniel Dalmaroni saltó la frontera de su habitual humor negro y corrosivo con Un instante sin Dios, obra de su autoría que en esta oportunidad también dirige.
“Cuento con dos actores de primer nivel como Nelson Rueda y Arturo Bonín, además dos excelentes personas, se puede trabajar de una manera muy armoniosa. Tienen un talento y un oficio maravilloso, basta un gesto basta para que te entiendan. Es un placer dirigir esta obra, es un drama pero tiene la estructura de un thriller, constantemente con un suspenso, algo está pasando pero no sabés exactamente qué y mucho menos por qué”, explica el autor ante ANDigital, en torno a la pieza que se presenta cada martes en NÜN de la Ciudad de Buenos Aires y que ahora recala en el Teatro Estudio de La Plata, con exitosa función inaugural el pasado viernes y con una segunda y última el venidero 28 de junio, a las 22 horas.
Luego resalta: “no deja de ser un conversatorio, dos personajes en tiempo real (unos 80 minutos), hablando. Obra de diálogo y de pensamiento, con mucha acción dramática y suspenso. Tampoco es una obra de tesis, donde hay dos personajes tirando teorías y punto”.
“El título tiene mucho que ver con la obra, sin decir demasiado, el personaje de Bonín, un sacerdote de la opción por los pobres, de frontera y el de Rueda, un empresario que viene a ofrecer una importante donación para la misión que podría ayudar mucho a los humildes… pero tiene una condición. A partir de ahí, empieza el disparador de la situación”, adelanta el autor de Burkina Faso y Maté un tipo.
En suma, una inequívoca estructura de thriller en tiempo real que lleva al espectador a preguntarse ¿por qué la violencia de los años 70 en la Argentina se cuela constantemente en esta inesperada confesión que va de los milagros a Santo Tomás de Aquino, el celibato y la caridad, mientras sus protagonistas comparten una “nutritiva sopa pastoral”?
Ante la inquietud del bombardeo de opciones, los nuevos hábitos de consumo y la dificultad que experimentan muchos espectadores en poder abstraerse de los dispositivos electrónicos, Dalmaroni subraya que “el desafío es el de siempre: ponerle una zanahoria al espectador delante y llevarlo de las narices. Que le cueste dejar ese atractivo. Si uno logra eso, es más fácil luchar contra las distracciones”.
“La persona que tiene la condición adictiva de no poder apagar un celular, no se lo va a quitar una obra de teatro. Lo siento por él. Hay gente que tiene un vínculo cotidiano y fluido con el celular y otra que tiene condición adictiva”, sentencia el creador de Vacas sagradas, Una tragedia argentina y Cuando te mueras del todo.
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“Un instante sin Dios”
Viernes 28 de junio
Teatro Estudio, calle 3 Nº 386 entre 39 y 40