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Volver a brillar en los escenarios
junio 22nd, 2017
DIARIO EL DÍA, La Plata 22 de Junio de 2017
La actriz volvió a escena tras seis años con “La vagina enlutada”, que llega a la Ciudad desde mañana. ¿Qué fue de la vida de la mujer que trabajó con Olmedo, Artaza y Francella?
Judith Gabbani regresa a escena con “La vagina enlutada”, obra que se muestra en el Auditorio Losada porteño y que llegará a La Plata mañana, y se ejecutará durante los siguientes tres viernes en el Teatro Estudio de 3 entre 39 y 40.
Actriz, vedette y conductora, Gabbani trabajó con todos durante la era dorada de la comedia televisiva nacional, cuando Alberto Olmedo y Jorge Porcel engalanaban la pantalla junto a una generación de mujeres que quedaron enquistadas en el imaginario colectivo.
“Me encanta mi profesión pero tampoco me interesa hacer cualquier cosa. Ya estoy crecidita y puedo decidir qué hago y qué no”
Y sin embargo, a diferencia de muchas de sus compañeras, Judith fue tomando distancia paulatinamente del medio, volcada cada vez más a su costado empresarial: hace casi 15 años comenzó una línea de cosméticos en la que junto a su socia se encargan de todo, desde el laboratorio hasta el packaging.
“Desarrollamos una línea un poco egoísta porque fue pensada en nosotros”, dice entre risas la actriz, y revela que “fuimos nuestras propias lauchitas de laboratorio”. Así, entre prueba y prueba, una de las mujeres que conmovió a la platea masculina fue alejándose de la tevé: su última participación en teatro fue en 2011, con “Busco al hombre de mi vida, marido ya tuve”, tras lo cual tuvo algunos roles en la TV Pública.
El alejamiento “se fue dando”, dice, aunque explica que nunca se fue, sino que, simplemente, se volvió más selectiva: “Me encanta mi profesión pero tampoco me interesa hacer cualquier cosa. Ya creo que pagué un derecho de piso: estoy crecidita y puedo decidir qué hago y qué no, a diferencia de lo que hacía cuando recién empezaba, que necesitás acumular millaje y hacés todo lo que consideres digno, porque te tienen que conocer, tenés que tener un curriculum…”, cuenta en diálogo con EL DIA, y sigue: “A esta altura de mi vida hago lo que me gusta, y no tengo la necesidad de estar expuesta: hay gente que necesita la cámara, aunque sea para tener un escándalo”.
¿Una actriz con perfil bajo? “Yo soy actriz solo arriba del escenario, afuera soy un ser humano que le encanta su profesión, pero que no anda por la vida siendo actriz. A veces es contraproducente, pero mal no me ha ido”, reflexiona quien participó de ciclos como “No toca botón”, “La familia Benvenuto” y “Alta comedia”.
Eran los años dorados de la comedia televisiva, algo que se ve reflejado en el modo en que aquella generación de los ‘80 y los ‘90 es recibida en la calle y cada vez que se sube a un escenario. “La gente agradece eternamente a quienes les hicieron reír: llorar lloramos todos los días. Como decía Minguito, ‘cualquiera pela una cebolla y llora; nadie pela un ajo y se ríe’. Uno fue parte de esos programas que hicieron reír mucho, desde Olmedo y Nito Artaza a Francella: la gente pudo tener un momento de regocijo, de risas, y eso se agradece”, explica el fenómeno la actriz nacida bajo el nombre de Olga Edith.
Hoy, dice “cambió el humor, los jóvenes no conocieron lo anterior y crecieron con otra cosa, otros cómicos, otros gustos”, aunque lejos de mostrarse apocalíptica, le gusta la tevé actual y afirma que “me encanta Capusotto”. ¿Volverá alguna vez a la pantalla chica? “Si el personaje me gusta por supuesto”, avisa…